Escritor César Lazo. (Sabá, Colón, Honduras. 1954) Conversatorio. Entrevista Fanny Meléndez
Conversatorio con el escritor hondureño César Lazo. Pregunta
Fanny Meléndez
FM ¿Cómo fueron sus inicios en este oficio literario?
CL. Bueno, yo creo que el inicio perfecto de da a través de
la lectura. Afortunadamente yo inicié mis lecturas a temprana edad. Empecé a
decodificar novelas como el Quijote de la Mancha, Los miserables, Nuestra
Señora de París, Germinal (novela hondureña). Y otros escritores rusos como
Máximo Gorki. Otros escritores como Prisión verde fueron primera lectura.
FM ¿Cuál fue su primera lectura Don César?
CL. Mi primera lectura fue el materialismo dialéctico.
FM. ¿A los cuántos años hizo esa primera lectura?
CL. Estaba entre 9 y 10 cuando hice esa primera lectura,
alguien me prestó el libro y bueno yo empecé a leer. Un libro que yo leí era un
Manual de filosofía que yo aprendí a leer, y yo lo repetía para todo. Las leyes
de las categorías, yo los repetía pero la verdad es que no lo podía
decodificar.
FM. La parte de comprensión.
CL. Sí, La parte de comprensión.
FM. Se le hacía difícil. ¿A los 9 años?
CL. Sí. Entre 9 y 10 años.
FM. Uh sí, pequeñísimo.
CL. Pero, posteriormente empecé a leer literatura, tenía 13
años.
El Quijote de la mancha, una versión (…) porque recuerdo en la década del 50
nuestro pueblo, esta lengua, hablaba (así) es como que estuviera hablando con
cualquiera de los campesinos, hablaban así. Entonces yo fui deconstruyendo una
historia, imaginándome ese escenario imaginándome al Quijote de la Mancha. En
esa primera lectura lo que sucedió es que yo me iba imaginando el escenario. El
escenario nos trasladaba al contexto en que fue escrito verdad. No al contexto,
al texto de un campo, de los paisajes, del valle.
FM. ¿En el Valle de Sula se crió Ud Don César?
CL. En el Valle del Aguán. Es un campo que pertenecía al
distrito completo. Fui a la escuela de ahí y posteriormente fui a la escuela de
la central. Esto era en Sabá, Colón.
FM. Interesante toda su historia, lo que nos está refiriendo
pero también esa lectura del Quijote a los 13 años… ¿Qué lo motivó? ¿Su madre
le leía o su padre, amistades, o una familia cercana como un hermano mayor,
quién inició esa ruta de la lectura a temprana edad?
CL. Cuando yo tenía 6
años
aprendí a leer y escribir. (…) En segundo grado yo dibujaba y hacía
historietas. Eran lecturas en paquines, eran historietas. Los llamábamos
paquines.
FM. Sí los llamaban paquines antes, pero se acuerda de
alguno.
CL. Roy Rogers, El llanero solitario, Flash, Batman y Robin.
Ya siendo adulto pude verlos en la televisión como dibujos animados. Esas son
mis primeras lecturas de niño. Creo que yo fui viendo la historia con los
paquines y con esas historias también. Inicio dibujando y haciendo mis
cuadernos de la escuela y con argumento.
FM. Empezó escribiendo historietas.
CL. Sí, Historietas. Yo les alquilaba mis historietas a mis
compañeros de escuela.
FM. Entonces su afición a la escritura empezó allí,
escribiendo historietas. ¿Tiene alguna guardada de esa época?
CL. Primero, es muy difícil. A esta edad estoy pensando qué
voy a decir. Luego, cuando yo tenía 15 años ya empezaba a escribir unos poemas
que contaban algunos amigos a algunos vecinos. O escribía cartas de amor. Se le
dan cantando porque yo tenía una novia. Escribía una carta corta para sus
novias
FM. Escribía las cartas para los amigos y vecinos que las
solicitaban.
CL. Y algunos adultos. De hecho tengo un cuento que se
titula Y al fin Delma encontró el amor. Ahí cuento sea experiencia.
FM. Son biográficas.
CL. Casi autobiográficas.
FM. ¿Cómo fue la aceptación de sus padres de esa afición
suya? ¿Cómo lo miraban?
CL. Bueno, mi padre era un obrero de la compañía bananera,
sabía leer y escribir. Podríamos decir que ellos no opinaban porque no querían,
además tampoco les comunicaba.
FM. Era como una actividad furtiva, a escondidas.
CL. Sí, furtiva. No se iban a dar cuenta que yo andaba
escribiendo. Por ejemplo, la historia de unos de esos hombres que estaba
enamorado de Delma. Como Delma era una muchacha y él ya era un hombre de 30 años,
era difícil que Delma se enamorara de él.
FM. Entonces por eso escondía ese tipo de actividades de
escribir cartas, hacer poemas que le solicitaban los adultos.
CL. Las cartas, todas decían lo mismo. Y la única carta
diferente que escribí fue para Delma. No era porque Delma me gustara a mí, no
era por eso, era una carta diferente.
FM. Era a petición del amigo mayor.
CL. Sí, del amigo mayor.
FM. Primero comenzó escribiendo historietas. Yo sabía que Ud
escribía, poesía, cuento, novela, pero eso no lo sabía. Mire qué interesante.
Primero comenzó con esa poesía amorosa a petición de sus amigos, y compañeros
vecinos; pero ya más adelante cuando Ud ya sabía que había nacido para
escribir, que tenía conciencia del oficio de escritor, de ese don. ¿Con cuál de
los géneros comenzó?
CL. Con la poesía. Pero a la par de eso también escribía
pronunciamientos, porque yo me organicé tempranamente. Siendo adolescente.
FM. Pronunciamientos en la militancia política.
CL. Sindicatos y también la música. (…) Y al principio yo
escribía artículos producto de denuncias, como parte de una instancia, pero no pensando
que yo me iba a convertir en escritor. Escribía porque sabía escribir poemas,
pero no pensando que yo sería poeta.
FM. Sabía que tenía el don pero no pensó en dedicarse a
ello.
CL. No, no. No pensaba ser poeta.
FM. Entonces escribió este tipo de literatura panfletaria,
para la militancia política. Pero César Lazo, como ya lo empezamos a conocer como
un escritor consagrado sería en qué año para acá Don César.
CL. Yo creo que mis primeros escritos ya con algún
conocimiento sobre la forma, del estilo, se inicia en la década del 80. Escribí
un libro de cuentos también que no se publicó porque se lo di a un amigo para
que lo leyera, sabiendo que tenía conocimiento. (…) Ese amigo perdió mis
cuentos, es posible que los haya dejado en una cantina o en algún bar.
FM. Pero no tenía Ud un registro, un machote.
CL. Era muy difícil porque en ese tiempo no existían las
computadoras en nuestro país. Solo las computadoras que usaban las compañías
bananeras, pero eran unas computadoras muy grandes. No existían las
computadoras individuales.
FM. Muy difícil guardar un machote porque si no se escribían
en esas máquinas…
CL. No existían fotocopiadoras. En ese tiempo, en la Escuela
Superior del Profesorado y en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras los
materiales se picaban en un bibliógrafo y de ahí, se imprimían en ese
bibliógrafo. Te estoy hablando de la década de los 80.
FM. Sí. El material mimeografiado que se distribuía en todas
las universidades. También exámenes, artículos y todo tipo de productos
académicos que el profesor los tenía que hacer a través del mimeógrafo. ¡Qué
pesar haber pedido ese libro de cuentos! Entonces primero fue poesía, cuentos,
novelas… en qué año comenzó a escribir novelas.
CL. Mi primera novela la empecé a escribir en el año
1979. Porque los cuentos eran escritos en esa década del 60. En ese tiempo
también escribía poemas, muchos de los poemas también fueron escritos en la
década del 70. Yo publico un libro que se titula (…) Reportaje de un grupo,
pero porqué lo público. Lo publiqué porque en ese tiempo hubo una denuncia
sobre una masacre de 600 personas ancianos, mujeres y niños en el río Sumpul. Donde
participan paramilitares a través del ejército salvadoreño que fueron
masacrados. Pero ya existía el último libro que yo no había publicado. En ese
tiempo era más difícil dar a conocer su literatura por los medios. Hoy puedo
opinar.
FM. Por facebook, por wp, por
messenger.
CL. Por facebook, por wp, por messenge yo puedo enviar mis
poemas a ver si alguien los quiere leer, yo se los regalo. Porque yo escribo,
no pensado que los voy a vender porque es Honduras. Es imposible.
FM. ¿Siente Ud que es difícil publicar en Honduras en este
momento?
CL. Si tengo dinero puedo publicar. Me puedo autopublicar.
Aquí no hay editoriales, porque las editoriales lo que hacen es cobrarme por
publicarme. (…) No hay editorial que valore, sino más bien, es el lector. O
son los académicos que estudian la obra. Esta obra tiene un valor literario, e
incluso ni los lectores, es muy reducida la cantidad. Tomando en cuenta que el
sistema educativo nacional no existe, programas para enseñar
(…) Acabo de descubrir que fui a dar una conferencia sobre este tema de la
literatura nacional, y me sentí muy triste, saber en la nueva literatura no
existe la figura de biblioteca. En la ley de 1916, es una ley que se decretó
estando los militares en el poder, después del Golpe de Estado. (…) Y ahí
aparece la figura de biblioteca en la secundaria, con su función, con su
prohibición, etc. Y cómo es posible que cuando nos hemos desactivado tecnológicamente
no hayan bibliotecas.
FM. Sí, es penoso porque yo recuerdo que antes, hasta en los
barrios había bibliotecas. Y en las escuelas no digamos. Muchos aprendidos a amar
la literatura desde la escuela, porque había una biblioteca, y era para muchos la
hora favorita. Y muchos niños aprendieron allí a amar la literatura, entonces qué
pesar que esté pasando esto. Yo espero que ahora al término de esta cruenta
dictadura que tuvimos se empiecen a enderezar este tipo de situaciones.
¿Cómo se siente ud Don César? Ya me dijo Ud. que se siente
muy triste porque esta figura de biblioteca, bibliotecario ha desaparecido. Pero
mira con un poco de esperanza que los autores, también los niños y
adolescentes, puedan acceder a leer y que puedan ser conocidos los autores. Y
que los muchachitos y jóvenes accedan a la lectura. ¿Cómo mira esto? Porque las
editoriales como Ud bien lo dijo, nosotros tenemos que pagar para que nos
publiquen. Desde luego, pero cómo mira el ensamble de esos dos elementos. Que
llegue la lectura a los jóvenes, los niños, y a todo el público lector.
CL. Bueno, yo creo que son dos fenómenos que se convierten
cuando la editorial es la que produce y la biblioteca es la que recibe para que
los lectores se encuentren con los libros. La biblioteca que tiene funciones
bien definidas, difundir conocimiento y acercar a los lectores con la
literatura. Le quiero comentar que yo soy el Director de la Biblioteca Municipal
de San Pedro Sula (Honduras). Hace como 2 o 3 años estamos soñando:
primero, que la biblioteca sea ese espacio cultural; acercar a los niños, a los
profesores a la biblioteca y hacer posible que la biblioteca preste un servicio
comunitario; segundo, aceptar a los escritores como invitados a presentación de
libros.
FM. ¡Qué bueno! ¡Qué buenas iniciativas, ojalá que se
cristalicen! Porque realmente necesitamos más proyectos para acercar a los
muchachos, a los adolescentes a los autores. Finalmente, Don César, qué le
quiere decir a los jóvenes que les gusta leer y escribir. ¿Qué consejos les
daría?
CL. No hay una escuela para hacer escritores, esa es una vocación
(…) necesita leer y escribir, leer y escribir, leer y escribir; esos son los únicos
dos requisitos para ser escritor. Porque el proceso comienza con eso, en la
escuela primero me enseñaron a saludar, a formar palabras, a pensar, a unirlas, para
poder pronunciar las palabras. Nos enseñaron a leer y después nos enseñaron
a escribir las palabras. Lectura y escritura, pero antes de irme quiero leer un
poema.
FM. Muy bien, solo voy a despedir el programa y después nos
lee. Esto ha sido amigos y amigas de la Sociedad literaria del genio
emprendedor y del buen gusto una entrevista con uno de los autores más
conocidos y más renombrados de nuestro país, y me siento muy orgullosa de habérselos
presentado esta tarde. Muchas gracias.
Nota. La audiencia puede encontrar la lectura en la segunda parte de César Lazo.
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